3/26/2020

CONFINAMIENTO 😷


Hace hoy doce días que el Estado español decretó el confinamiento, como medida excepcional para combatir la expansión de un virus maligno (El Covid-19).

Desde entonces, y quizás antes, estamos todos esperando que anuncien el descenso de la famosa curva estadística de contagios y decesos. Los pronósticos y predicciones contradictorias no auguran buenas noticias. Tal vez por eso, ayer experimenté un descenso en mi particular curva de sensaciones, que espero remontar hoy mismo. Cuento: 

Los primeros diez días de confinamiento los he llevado con relativa sensación de resignación y normalidad. Intentando cumplir a raja tabla los consejos que los psicólogos nos dan para sobrellevar mejor este particular y necesario encierro. Marcándome rutinas de aseo personal, limpieza del hogar, trabajo, lectura, juegos y ejercicio, básicamente.

Ayer, un poco tarde, tomé consciencia de las paradojas de la vida y del caprichoso uso de los vocablos. Quizás por eso, mi ánimo y buena predisposición para afrontar esta crítica situación empezó a decaer. El primer síntoma que noté fue la temida procrastinación. Para qué abrir el ordenador y acabar de completar una demanda si puedo hacerlo mañana, o pasado mañana, o incluso el fin de semana. Y así, con este pensamiento a idas y vueltas, cual boomerang, mientras visitaba sofá, butaca y cama, transcurrió mi undécimo día de confinamiento. 

Pero volvamos a la cuestión paradójica. Resulta curioso, al menos desde un punto de vista lingüístico, que algunos individuos (a todas luces insolidarios) estén siendo penados por las autoridades por no cumplir el confinamiento. No hace tantos años, el confinamiento ya era una pena por si misma. Una pena que obligaba al condenado a vivir temporalmente en lugar distinto a su domicilio. Ahora, estamos todos confinados, cual condena, a vivir en nuestro domicilio. 

La finalidad del confinamiento la entiendo y respeto como la que más. Pero no me gusta el término y he decidido cambiarlo. Desde ahora mismo paso a estar en casa de forma permanente e indefinida, pero dejo de estar confinada. Lo que son las cosas, ya me siento mejor. Pongo punto final a este escrito que tengo una demanda por acabar. 

Fdo.: Meritxell Armengol Sanz





3/05/2020

UNA MIRADA A LA CONVIVENCIA EN FAMILIA HETEROGÉNEA


Todas las personas somos diferentes. También los hermanos. Pese a haber recibido la misma educación y los mismos valores sociales. Pero, el ser humano está vitalmente programado para estar acompañado, para relacionarse con sus iguales y, en un estadio superior, para procrear y dar vida a otros seres humanos que prosigan con este circulo vital de la humanidad.

Estamos abocados a convivir con otras personas que nada tienen que ver con nosotros mismos. Algunos pensaréis que esto no tiene ninguna relevancia, ni conlleva ningún problema. Partiendo de la base que somos libres de decidir con quien, y con quien no queremos estar, es cierto, las relaciones humanas no debieran comportar problema alguno.

En ocasiones se producen interacciones sociales. Bien sea desde un punto de vista positivo, como por ejemplo un saludo, una conversación de vecinos, una entrevista de trabajo, una transacción comercial, una consulta médica, etc. Bien sea desde un punto de vista negativo, un engaño, una estafa, un insulto, una revelación de un secreto, etc.

El problema surge cuando hay que convivir conjugando tu manera de ser con la estabilidad familiar o de pareja.

Hoy me apetece dar una mirada a la difícil convivencia en una familia heterogénea. Simplificando mucho su significado, diré que una familia en la que conviven hijos de un solo vínculo con hijos de doble vínculo es una familia heterogénea. Aquellos que tengáis pareja con hijos de un anterior matrimonio, entenderéis perfectamente a qué me refiero. Tanto si habéis tenido hijos en común, como si no los habéis tenido. Mayormente en el segundo caso.

En una escala de afectos, no cabe duda de que, en condiciones normales, las relaciones paterno-filiales están por encima de las relaciones de pareja. Sin embargo, para la estabilidad familiar es indispensable poder alcanzar, cual funambulista, un equilibrio entre las necesidades de los hijos y las de la pareja. Para ello, saber cómo, cuándo y qué se dice resulta de suma trascendencia. Errar un milímetro en cualquiera de dichos parámetros puede conllevar consecuencias insalvables.

Mi consejo: callar, intervenir lo mínimo, sólo cuando te lo pidan, y, aún así, meditando mucho el qué, el cómo y en qué medida.
Que estás harta/o de oír que beber agua del grifo es sano y barato, pero luego llegan los hijos/as de tu pareja y arrasan con el agua embotellada, tú te callas.
Que estás harta/o de oír que hay que reciclar, pero luego llegan los hijos/as de tu pareja y tiran la botella de agua al cubo de la basura orgánica, tú te callas.
Que estás harta/o de oír como los hijos/as de tu pareja se pitorrean de ti porque un día decides volver a hacer ejercicio, como si no lo hubieras hecho nunca, tú te callas.
Que estás harta/o de oír como no se puede subir en un una moto con chanclas, pero luego llegan los hijos/as de tu pareja en moto y con chancletas, tú te callas.
Y así, hasta un sinfín.

Otra vertiente, que afecta a las buenas personas, entre las que me incluyo, es la de imbuirse en el papel de step-mother / step-father de forma natural y sin que te lo hayan pedido. Mucho cuidado en verter opiniones o consejos por el bien de los hijos/as de tu pareja, pues correrás el riesgo de que no sean bien recibidos. Si no tienes el atino de decir lo qué quieren o esperan oír, es más probable que piensen que lo haces como un ataque, que no te importan o que no los quieres lo suficiente, a que piensen que lo haces por su bien. Duda que, probablemente, nunca se plantearían si el interlocutor fuera su padre o madre.

La mente humana no tiene límites, sobre todo para los “memoriosos”. Así que podría estar escribiendo reflexiones familiares hasta la hora de cenar (y son las 11 de la mañana). Quedaros con el sabio dicho “Ver, oír y hablar con amigas/os” 😉.

3/19/2019

"Només tinc un pare"

Avui toca escriure sobre el pare. Fa dies que ho volia fer. De fet, a rel d'escoltar una entrevista a la periodista Gemma Nierga, parlant del llibre que ha fet amb en Jordi Cuixart, vaig pensar escriure alguna reflexió sobre el meu pare. Però la vida empeny i no ho vaig fer en aquell moment. Avui, que és “Sant Josep” i el “Dia del pare”, s’escau fer-ho.
En Jordi Cuixart explica que ara que és a presó parla més que mai amb el seu pare. Que, abans, quan trucava a casa dels pares i contestava el telèfon el pare, aquest ràpidament deia: “Et passo a la mama”. Ara, per raons obvies, quan truquen posen els mans lliures i parla amb tots dos.
Aquest comentari, em va fer pensar en el meu pare. Veureu, jo vaig estar a punt de perdre al meu pare fa uns vuit anys. Fins aleshores, el meu pare era un senyor seriós, extremadament amable i educat. Demostrava amb les seves accions el seu immens amor cap a les seves filles, però ni ell ni nosaltres érem afectuosos. No sentíem la necessitat de dir-nos lo molt que ens estimàvem, perquè ja érem plenament conscients. No hi ha havia cap dubte de que ens estimàvem, però mai hem estat proclius a donar mostres d’afecte, ni en públic, ni en privat.
Però, quan la vida et dona un sostrac i t’adones de que pot esvair-se en un moment, sense, a voltes, donar-te l’oportunitat d’un comiat o d’un agraïment, de sobte, tens la necessitat constant de parlar, de sentir, de saber, d’abraçar.
No oblidaré mai el dia que, estant encara en coma, li vaig agafar la mà i me la va estrènyer, com dient: "Estic aquí, encara em tens". Aquell va ser el començament d’un reguitzell de mostres d’afecte, que espero i desitjo durin molts anys. Ara ens abracem molt fort, ens diem que ens estimem, ens emocionem sense vergonya ni retenció. I això és fantàstic.

Feliç dia del pare! T’estimo papa! 

10/25/2018

ACCESIBILIDAD Y BUENA EDUCACIÓN



Por infortunios del destino, desde hace un par de meses vengo experimentando la dificultad que comporta el desplazamiento con muletas o, en el peor de los casos, en silla de ruedas. Y no por las barreras arquitectónicas, que haberlas hay las, sino por la mala educación de algunas personas y la deficiente prestación de algunos servicios básicos.
Es de justicia reconocer que la mayoría de la gente que te cruzas en tu día a día es amable y está predispuesta a ayudar, pero por desgracia los maleducados también salen de sus casas cada mañana.
En dos ocasiones en esta semana, y aún estamos a jueves, me han cerrado la puerta de acceso al tren (Línea R1 de Rodalies de Catalunya) en las narices. Después de correr a pata coja y con las dos muletas hacia la puerta de acceso sin escaleras (porque solo hay una o, con suerte si el tren es largo dos), cuando estaba ya a punto de abrir la puerta para subir, con la muleta colgando y la mano extendida para pulsar el botón de abertura, el Sr. Maquinista, viendo por el retrovisor como estaba intentando abrir la puerta, ha iniciado el pitido, ha plegado la plataforma, ha plegado el retrovisor, ha arrancado el tren, y me ha dejado plantada en el andén a diez centímetros de un tren en marcha, con dos muletas y sobre una pierna.
He esperado al siguiente tren. Me ha pasado lo mismo. He esperado al siguiente tren, pensando que era igual llegar treinta minutos más tarde que veinte. Cuando el tren ha entrado en la estación he empezado a recorrer con la vista todos los vagones para encontrar la única puerta que me permitía acceder. A punto de sufrir un esguince en los ojos. He oteado la puerta, he “corrido” hacia ella, la he “alcanzado” y he conseguido subir a la tercera.
Cuando he llegado a mi destino, el ascensor no iba y me he atrevido con la escalera mecánica. Al borde del lloro, porque no encontraba el momento de lanzarme, pensando si primero iba la muleta o el pie, ha aparecido un alma caritativa y me ha propuesto dar un saltito, como cuando éramos niños, prometiéndome que si me caía el me cogería (¡Qué mono!). Cuando he logrado salir a la calle, no he podido más y he cogido un taxi hacia mi destino final.
Nada como una dosis de cruda realidad para darse cuenta de lo que supone tener que desplazarse en silla de ruedas o con muletas.
Mis muletas tienen los días contados, y no sólo habrán mediado para curar mi lesión en el pie, sino también para haberme hecho ver las dificultades diarias que sufren algunas personas, por culpa de la mala educación de algunas otras.
Meritxell Armengol Sanz

2/16/2018

Reflexió sobre el moviment "ME TOO"



Com no corro el risc de perdre seguidors perquè no els tinc, ni soc persona socialment capaç d’influir en ment aliena, vaig a ser políticament incorrecte i vaig a expressar, per escrit i en la xarxa, allò que manifestaria en el saló de casa meva durant un sopar d’amics.

Vagi per endavant que l’Assetjament sexual és un delicte, tipificat en l’Article 184 del Codi Penal espanyol, quin tenor literal diu així: 


Artículo 184

1. El que solicitare favores de naturaleza sexual, para sí o para un tercero, en el ámbito de una relación laboral, docente o de prestación de servicios, continuada o habitual, y con tal comportamiento provocare a la víctima una situación objetiva y gravemente intimidatoria, hostil o humillante, será castigado, como autor de acoso sexual, con la pena de prisión de tres a cinco meses o multa de seis a 10 meses.

2. Si el culpable de acoso sexual hubiera cometido el hecho prevaliéndose de una situación de superioridad laboral, docente o jerárquica, o con el anuncio expreso o tácito de causar a la víctima un mal relacionado con las legítimas expectativas que aquélla pueda tener en el ámbito de la indicada relación, la pena será de prisión de cinco a siete meses o multa de 10 a 14 meses.

3. Cuando la víctima sea especialmente vulnerable, por razón de su edad, enfermedad o situación, la pena será de prisión de cinco a siete meses o multa de 10 a 14 meses en los supuestos previstos en el apartado 1, y de prisión de seis meses a un año en los supuestos previstos en el apartado 2 de este artículo.


Sobre assetjament sexual a les dones, per vivències personals i professionals, tinc coneixements nivell expert. I, en base a ells puc afirmar que quan una dona es topa en el transcurs de la seva vida amb un home que, valent-se de la seva condició de superioritat, pretén supeditar legítimes expectatives laborals o professionals d’aquesta a canvi de favors sexuals, s’ha de dir NO.

Qüestió ben diferent és que, a ulteriori, per circumstancies varies, aquest assetjament no es denunciï. Tinguis en compte que el tipus penal requereix que la sol·licitud intimidi o humiliï a la víctima. És a dir, un sentiment o estat d’ànim molt difícil de provar. Això justificaria el fet de que la majoria dels assetjaments sexuals no es denunciïn. La majoria perquè són frenats al primer intent. Fre que comporta un silenciament que en ocasions perdura durant anys. Però, què porta a trencar aquest silenci?. Darrerament estem presenciant com actrius conegudes denuncien haver sofert assetjament sexual en els seus inicis professionals. Les més valentes posen nom i cognoms al seu assetjador. Algunes es limiten a dir “me too” sense atrevir-se a identificar al seu assetjador. I, la meva reflexió és: No haurien d’haver-lo fet públic en el moment en que va succeir?. És fàcil derrivar al poderós quan tú ja has fet el cim, però no ho és tant quan tot just estàs començant a pujar esglaons. 
Vull deixar clar que aquesta afirmació la faig sabent que, en ocasions, les conseqüències psicològiques, que alguns tipus d'abusos poden tenir en algunes dones, impedeixen denunciar en el moment dels fets. 

Meritxell Armengol Sanz
ICAB: 19.473

1/16/2018

CARTA A ORIOL JUNQUERAS



Don Oriol Junqueras i Vies
MODULO 7
CENTRO PENITENCIARIO MADRID VII
Crta. M-241 Km. 5.750
28595 ESTREMERA (MADRID)
                                                          
                                               Barcelona, 11 de desembre de 2017

Apreciat Sr. Junqueras,
Podria escriure a mà, per fer-ho més personal i bonic, però vull fer el possible per facilitar-li la lectura. Tampoc vull que li dediqui massa temps doncs de ben segur que té un grapat de cartes de gent propera per llegir.
No seria educat dir-li el què li vull dir sense presentar-me molt breument. Tinc 49 anys, visc a El Masnou, i fa 25 anys que exerceixo com Advocada.
Vaig saber de l’existència d’Esquerra Republicana de ben petita, quan el meu pare era fidel admirador del Sr. Heribert Barrera i Costa. Des d’aleshores, en la mesura del possible, he anat seguint l’estel ideològic del meu pare. Per empatia primer i ara per convicció pròpia.
Al llarg dels anys he après la importància de la vocació en tots els àmbits professionals. També en el polític, per bé que en aquest escasseja. Vostè, per mi, és un exemple de polític vocacional, i em sap molt de greu el què li està passant.
Arrel dels darrers esdeveniments m’han tornat a venir a la ment unes paraules seves, vessades en el programa de radio El món a RAC1, que em van cridar molt l’atenció, gratament. No sóc capaç de reproduir-les literalment per mor que no voldria equivocar-me, però, més o menys li deia a en Jordi Basté que vostè no tenia vocació de màrtir, que vostè tenia com a comès dels seus votants fer tot el possible per què Catalunya esdevingués un Estat independent, i que si finalment no ho aconseguia se’n tornaria a fer de professor.
Cada dia recordo aquestes paraules i recordo on està. Jo no tinc cap dubte de que vostè no ha fet altra cosa que complir fidelment amb el què votants com jo li demanàvem. Per això, em sento ferida de saber on s’hi troba i impotent.
Aquesta impotència la contraresto de la única manera que puc, desmentint notícies falses a través de les xarxes, denunciant injustícies i expandint la vostra veu i pensament.
Li desitjo el millor des de tots els punts de vista.
Afectuosament,



Meritxell Armengol Sanz ICAB: 19.473

Tempus fugit.


 

Han transcorregut uns tres mesos des de que vaig escriure la darrera entrada. Acabava amb la frase "Venen temps tenebrosos i ens caldrà coratge". No podia imaginar aleshores l'abast de les tenebres.  Ens han empresonat a dirigents polítics legalment escollits pel poble, ens hem manifestat massivament en unes mobilitzacions ciutadanes sense precedents, ens han estomacat i desprès hem hagut d'escoltar que no ho havien fet, hem hagut de patir incrèdulament el silenci i les complicitats de qui creiem que ens faria costat, i tantes altres barbaritats impròpies d'un Estat de Dret. I ara, estem a les portes de veure com fan tot per impedir que Catalunya pugui ser governada (que no manada). Governada per qui el poble ha volgut majoritàriament que ho faci. Posaran tants pals a les rodes com puguin, faran patir, humiliaran, insultaran, castigaran, inventaran, però tard o d'hora els arribarà la caiguda. El temps passa i passa molt ràpid.

10/18/2017

Cal posar-hi seny.



Feia dies que volia escriure sobre com el procés d'independència està afectant a la nostres vides. A la meva, en particular. I avui, dos dies després dels primers empresonaments i amb un xic de temps lliure és un bon moment per fer-ho.

Vagi per endavant que sóc filla de pare català de profundes arrels catalanes, i de mare vallisoletana de profundes arrels castellanes. A títol d’exemple, la meva àvia materna volia que l’enterressin embolcallada en una bandera espanyola. No ho vàrem fer, és clar. Ella, pobreta, no es va assabentar.

Per raons que no venen al cas, he crescut en llocs tan dispars com les Illes Canàries i el Principat d’Andorra. D’on em sento realment. Cada dia més, vistos els darrers esdeveniments que s’estan esdevenint a Catalunya.

Sota aquestes premisses sempre he conviscut amb harmonia i placidesa. Respectant les idees polítiques i els sentiments de cada membre de la família (íntima, extensa i política). Bé, excepte pel que fa a la bandera espanyola de la meva “iaia”, per raons més aviat logístiques que no pas irrespectuoses.

Sempre hem estat encantats de rebre als estius la família castellana, que cada any ens aprovisiona de formatge manxec i pastissets. I espero poder continuar repetint-ho. Però, no ens enganyem. Hi ha lligams que es malmeten fins córrer el risc de diluir-se fins desaparèixer.

Les xarxes socials estan evidenciant una manca d’empatia i comprensió de dimensions incalculables. Tots volem dir la nostra i aportar el nostre parer. Però, quan t’adones que et tracten de manipulable o mancat de seny (en castellà “cordura” o “sensatez”), quan t’adones que hi ha gent que prefereix mantenir-se neutral davant situacions d’injustícia, triant el costat de l’opressor al fer-ho, quan copses una agressivitat (verbal i escrita) gratuïta i mancada de raonament lògic, quan amics i familiars de Galícia, de Castella, de Canàries, et truquen per preguntar-te ¿Cómo estáis por aquí?, convençuts de que estem vivint oprimits, et desestabilitzes. Al menys jo.

Jo sempre he estat independentista i republicana, i, suposo que per deformació professional, sempre m’he posicionat al costat dels afeblits. Des de que va iniciar-se l’anomenat “procés independentista” i el Govern de l’Estat va desplegar la seva força suprema, emparat per una interpretació “sui generis” de la Constitució Espanyola i del Codi Penal, he vist com molts del que m’envolten s’han radicalitzat. Els que no eren independentistes ara ho són, fins i tot de manera aferrissada.

Estic casada amb un Bomber de la Generalitat que, fins fa uns mesos, no s’havia declarat mai independentista. Ans tot el contrari. I ara és capaç de passar-se tot el dia a les portes d’un col·legi, a l’espera de que arribin “els verds” per si cal protegir als nostres veïns i amics d’aquells.

Fa dies que estic en un estat de perpètua indignació, que dormo malament, que em sento inquieta, expectant, enfadada, incompresa, pendent de les noticies i de les mobilitzacions ciutadanes. Intentant que aquest estat d’ànim no afecti ni a la meva vida familiar, ni professional.

Com a jurista que sóc, alguns em pregunten com acabarà tot això, i sóc incapaç de donar una resposta.

Fins ahir mateix creia que unes eleccions i un triomf aclaparador dels partits independentistes podria ser una possible solució. Ara, l’ombra de la il legalització dels partits independentistes planeja sobre nosaltres.

Venen temps tenebrosos i ens caldrà coratge.